Alemania anunció ayer que suspenderá el cultivo de maíz genéticamente modificado del gigante estadounidense Monsanto (MON810) sumándose así a otros cinco países europeos que aplican la misma medida a pesar de la posición contraria de la Comisión Europea.
Motivada por dos nuevos estudios que aportaron nuevos elementos científicos la ministra de Agricultura alemana, Use Aigner, decidió activar la cláusula de salvaguarda contra el MON810 de la firma Monsanto.“No se trata de una decisión política” aseguró la ministra miembro de
Alemania se une así a Francia, Grecia, Austria, Hungría y Luxemburgo, último país en haber prohibido el cultivo dé este Organismo Genéticamente Modificado (OGM), a finales de marzo, en nombre del principio de precaución. El ministerio alemán citó entre los elementos determinantes, dos estudios sobre los que se había apoyado Luxemburgo y que ponen en evidencia una contaminación del medio ambiente.
Desde el punto de vista económico la decisión alemana no tiene mucho peso, dado que en 2008 unas cuatro mil hectáreas habían sido autorizadas, lo que equivale al 0.2 por ciento de la superficie de maíz cultivada en el país. Pero podría inclinar la balanza en Bruselas, donde
La Comisión y su presidente José Manuel Barroso, sufrieron un primer revés a principios de marzo, cuando un puñado de países bloquearon la tentativa de obligar a cultivar maíz transgénico a Austria y a Hungría. Wolfgang Kholer, responsable de tecnologías genéticas en el ministerio alemán de Agricultura, subrayó que los seis países que rechazan el OGM de Monsanto eran productores de maíz a diferencia de los países nórdicos y de Gran Bretaña que apoyan a
Un paso para Alemania, una victoria para el medio ambiente
La variedad MON810 es cultivada principalmente en
Estudios científicos han demostrado que los plaguicidas que produce el maíz MON810, tiene efectos negativos sobre el medio ambiente y la biodiversidad. La decisión de Aigner envía un poderoso mensaje a las empresas de biotecnología como Monsanto para impedir que tomen el control de nuestra cadena alimentaria “Esperamos que los gobiernos de todo el mundo sigan el ejemplo de países como Alemania y Francia que se suman a los de Grecia, Austria, Hungría y Luxemburgo, prohibiendo todas las riesgosas variedades de transgénicos. Es indignante que mientras estos países cierran sus puertas al maíz transgénico, el gobierno mexicano pugne con mecanismos irregulares y poco éticos por liberar maíz transgénico en nuestro país, poniendo en riesgo de contaminación a nuestras variedades de maíz nativo, así como la salud de los mexicanos”, declaró Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.
“Existen otras formas de producir alimentos, basadas en una agricultura ecológica y con semillas de maíz nativo. No es verdad que los transgénicos acabarán con el hambre en el mundo. Está demostrado incluso por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, principal productor de maíz transgénico en el mundo, que los cultivos de maíz transgénico no incrementan los rendimientos del mismo. Por otro lado, sí se ha demostrado que tiene impactos al medio ambiente, a la biodiversidad y plantea serios riesgos para el consumo humano y animal”, denunció Lara.
fuente:http://www.semillas.org.co/sitio.shtml?apc=c1c1--&x=20156518
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